La defensa debe comenzar con un examen centrado en el encuentro inicial con la policía, que debe interpretarse como la escena de un posible gran peligro: un vehículo averiado y dañado varado en las vías del tren representa una amenaza para la vida humana.
Este escenario exige que la policía intervenga primero con medidas para salvar la vida del conductor y luego con una investigación del accidente; después de todo, la policía notó daños en el parachoques del automóvil. Una investigación del accidente se lleva a cabo para determinar las circunstancias de un accidente de vehículo, y no es una investigación penal. Como tal, el conductor está en cierta medida aislado de la autoincriminación, lo que significa que cualquier cosa que el conductor diga durante la investigación del accidente no debe usarse en su contra en una investigación penal posterior. Antes de que la policía realice una investigación del accidente y comience una investigación penal, la policía debe informar al conductor del cambio en el tenor de la investigación. No hay evidencia de que la policía haya informado al conductor en este caso, y mucho menos haya realizado una investigación del accidente. Una defensa enérgica debe esforzarse por convencer al tribunal de que se le brinden al conductor las protecciones inherentes a una investigación del accidente; esto podría llevar posiblemente a que el tribunal excluya la evidencia que incrimina al conductor. Es posible que incluso la sustancia encontrada en el bolsillo del Sr. Jordan pueda suprimirse, es decir, excluirse del caso del estado contra el Sr. Jordan.
Una investigación de la defensa en este ámbito podría dar lugar a una posible defensa de necesidad. Digamos, por ejemplo, que el Sr. Jordan no condujo el coche hacia las vías, sino que, en cambio, iba de pasajero en el coche cuando este entró en las vías; el conductor se quedó atascado, entró en pánico, se levantó del asiento del conductor y el Sr. Jordan se subió al asiento del conductor sólo para prestar ayuda a su amigo, que había salvado su vida. En estas circunstancias, el Sr. Jordan estaría facultado para alegar la defensa de necesidad, afirmando que, lejos de ser un conductor bajo los efectos del alcohol, asumió el reto de salvar la vida y la propiedad.
¿Conducir bajo los efectos del alcohol o salvar vidas? La diferencia entre ambos es enorme y un defensor legal entusiasta debería aprovechar la oportunidad que se presenta aquí para demostrar que el conductor no conducía bajo los efectos del alcohol, sino que, en cambio, estaba haciendo un valiente intento por salvar vidas.
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